Notícia completa de Huelva Información (28.12.2008)
El alcalde de Alájar, Salvador Navarro, comenta que desde hace décadas algunas de las aldeas del municipio, prácticamente abandonas, han ido recibiendo nuevos pobladores. El caso más excepcional lo constituye El Calabacino, una aldea "de origen rural, y de las más antiguas de la comarca", comenta el alcalde serrano, quien asegura que en los siglos anteriores alcanzó una relevancia importante en la zona, de manera que en el siglo XIX llegó a tener una población que superaba los 600 habitantes. "Lo que ocurre es que cuando la gente del campo empezó a desplazarse a la ciudad, esta aldea se fue despoblando, hasta quedarse completamente vacía", explica.
El alcalde de Alájar, Salvador Navarro, comenta que desde hace décadas algunas de las aldeas del municipio, prácticamente abandonas, han ido recibiendo nuevos pobladores. El caso más excepcional lo constituye El Calabacino, una aldea "de origen rural, y de las más antiguas de la comarca", comenta el alcalde serrano, quien asegura que en los siglos anteriores alcanzó una relevancia importante en la zona, de manera que en el siglo XIX llegó a tener una población que superaba los 600 habitantes. "Lo que ocurre es que cuando la gente del campo empezó a desplazarse a la ciudad, esta aldea se fue despoblando, hasta quedarse completamente vacía", explica.
Durante décadas, este lugar se mantuvo abandonado por la población serrana, hasta que a finales de los años 70 comenzaron a llegar los nuevos pobladores. La llegada de los primeros habitantes foráneos a El Calabacino se hizo en forma de ocupaciones. No en vano, dentro del movimiento la aldea es como uno de los primeros casos de España en la repoblación de aldeas rurales abandonadas. En el caso de El Calabacino, se ocuparon viviendas que tenían sus dueños, aunque bien es cierto que algunas de ellas se encontraban en verdadero estado de ruinas. Con el tiempo, esas casas se han ido adquiriendo por parte de sus ocupantes, que actualmente son propietarios en su inmensa mayoría. En los últimos veinte años, esta aldea ha sufrido una auténtica transformación, puesto que se han recuperado viviendas que estaban a punto de desaparecer, y en otros casos, se han construido algunas nuevas.
Hoy en día, la población censada en El Calabacino alcanza los 230 habitantes, y sus condiciones de vida intentan avanzar, aunque dentro de unos límites. Por ejemplo, según cuenta el alcalde, actualmente no hay energía eléctrica en la aldea, un proyecto que el Ayuntamiento pretende abordar en breve. Igualmente, se han acometido trabajos destinados al saneamiento y el abastecimiento de agua. Sin embargo, el acceso a la aldea sigue siendo a pie, por decisión de sus propios habitantes, que prefieren que no haya vehículos circulando por las calles.
Estas circunstancias hacen que este caso pueda encuadrarse en lo que actualmente se conoce como "ecoaldea", que tiene sus inicios en una filosofía común entre todos los habitantes de este tipo de lugares, en los que no falta la idea de la sostenibilidad de los recursos, la ecología, la relación con la tierra y el entorno social y la máxima autosuficiencia posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario